Al norte de Salta, se encuentra Jujuy y tiene numerosos lugares para visitar
La zona norte de Argentina se compone principalmente de dos partes, Salta y Jujuy. De Salta ya hablé en mi anterior post, aquí hablaré de Jujuy.
Está algo más al norte, en dirección a Bolivia, y su principal atractivo discurre a lo largo de la quebrada de Humahuaca. Esta quebrada es un valle árido y extenso que se podría decir que va desde Volcán hasta Humahuaca, a lo largo de la quebrada hay una serie de pueblos donde alojarse, y de ahí moverse a sitios que no puedes dejar de visitar como otros pueblos escondidos en las montañas o formaciones naturales espectaculares.
Tuve bastante tiempo en esta zona y recorrí muchos sitios, aquí hablaré de los siguientes lugares:
- Purmamarca
- Salinas Grandes
- Cerro de los 7 colores
- Tilcara
- Uquía y las quebrada de las señoritas
- Cueva de Wayra
- Serranía del Hornocal (o cerro de los 14 colores)
- Humahuaca
- Iruya
- San Isidro de Iruya
No tuve oportunidad de visitar la Cueva del Inca, la Pucara de Tilcara o la Garganta del Diablo, al considerar que habiendo visto los otros estos no eran necesarios.
Después, tuve tiempo de cambiar de zona y visitar las Termas de Rio Jordán en las Yungas del Parque Nacional Calilegua, una selva de montaña.
Alojándome en Tilcara
Había preguntado a varias personas cual de los pueblos era el mejor para alojarse y la mayoría me respondieron que Tilcara, pues alli fui. De los pueblos de la quebrada, es el que tiene más actividad y cosas que hacer. Además de ser patriomonio natural.
La primera noche me alojé en el Hostal Casa Colores, es un bueno sitio, con el dueño muy simpático, pero no era el ambiente que quería ya que era un ambiente más familiar y tranquilo y yo quería ver gente joven para socializar y hacer amigos. De toda formas, el hostal era un sitio bonito en casas de adobe con un patio y todo muy auténtico.
Así que solo estuve la primera noche y para la siguiente me cambié al Hostel Mistica, con mucho más ambiente joven, bar, barbacoa, etc. Además, allí se habían alojado unos amigos que conocí en Salta y me lo recomendaron.
Día 1: llegada a Tilcara en autobus (colectivo) desde Salta
Tuve la mala suerte de coincidir con Semana Santa, lo que hacía que todo fuera un caos, todos los autobuses llenos y gente por todos los sitios. Tomé el bus desde Salta a Tilcara, y cuando llegué decidí que no iba a moverme más en bus durante Semana Santa, iba a perder mucho tiempo haciendo colas, asi que después de dormir en Tilcara, pronto por la manana tomé un taxi compartido (se pueden encontrar al lado de las terminales de buses) y fui a San Salvador de Jujuy a alquilar un coche, no fue fácil ya que todos estaban alquilados por la maldita Semana Santa, pero al final encontré uno no muy caro, por 1800 pesos al día, que para ser Semana Santa, está bien creo yo.
Día 2: Purmamarca, Cerro de los 7 colores y Salinas Grandes
Una vez que tenía el coche alquilado en mis manos, desde Jujuy fui a Purmamarca. Este es un pueblo pequeño pero turístico, como todos los pueblos de la zona, todas las casas de adobe. Lo famoso del pueblo es el Cerro de los 7 Colores, que se encuentra ahí mismo y desde las mismas calles puedes verlo. A mi me defraudó un poco, yo no vi los 7 colores, solo vi un cerro con diferentes tonos rojizos, pero no me pareció muy diferente a las montañas que había visto por Salta la semana de antes. Comi allí, como no, un plato de locro con deliciosas empanadas, y me dirigí a las Salinas Grandes.
El camino a Salinas Grandes era más largo de lo que pensaba, tardé como una hora en carretera de montaña que sube a 4200 metros por la árida Puna andina. Una vez en las salinas, el paisaje es increíble, es un lago seco de sal infinito!
Hacen unos tours en el que puedes meter tu coche y conducir por dentro del salar pero tienes que llevar obligatoriamente un guía, porque si te sales del recorrido, tu coche se puede hundir y te metes en un problema. Era algo caro asi que para reducir gastos busqué gente que quisiera compartirlo conmigo, al fin y al cabo yo iba solo en mi coche. LLegué a un acuerdo con un grupo de Uruguayos y fuimos juntos, que coincidencias de la vida que cuando me piden que les haga una foto, les dije "Venga, ahora esta foto con algún gesto diferente!" y ellos respondieron "Qué raro siempre nos dicen esto cuando nos hacen fotos!", luego me miran y me dicen "Ey! Vos nos hiciste una foto la semana pasada en Salta y nos dijiste lo mismo!", y asi fue, a los mismos chicos que les hice una foto la semana pasada, me los encuentro en las salinas y acabo haciéndoles otra foto y diciéndoles la misma frase! Que coincidencia!
En el tour te explican cómo trabajan la sal y la formación del salar, donde la exportan y para qué sirve. Hay como unas piscinas naturales y artificiales con un agua super cristalina como se puede ver en las fotos.
Día 3: Humahuaca y la serranía del Hornocal
Seguí un poco más al norte y me alojé en Humahuaca, en el Hostal Giramundo, muy recomendable, buen ambiente, gente joven y buenas instalaciones.
Humahuaca es un pueblo pequeño, y también turístico, su principal atractivo es la Serranía del Hornocal, también llamado Cerro de los 14 Colores.
LLegué al hostal por la mañana, dejé las cosas y me fui a ver el Hornocal. Se llega por un camino ripio de tierra, es casi una hora porque no se puede ir rápido. Cuando llegas a la cima, a 4300 metros, hay que pagar 50 pesos a la comunidad indígena que vive allí. Arriba hay un parking donde dejar tu coche.
Se puede hacer una caminata corta desde el parking hasta una zona con mejores vistas de la serranía en bajada, es corta y parece fácil, mientras bajas ves que la gente que vuelve llega axfisiada, sudando y muchos incluso parándose porque no pueden más, y es que la altura hace su efecto, al volver comprobé que esos 4300 metros se notan y mucho, no te mareas o te sientes mal pero un pequeño esfuerzo se convierte en algo no tan pequeño, y es que tu cuerpo no esta aclimatado, has subido rápidamente a 4300 desde 1800 donde se encuentra Humahuaca.
La serrania te muestra casi toda la historia del mundo en una sola imagen, cada uno de los colores corresponde a una etapa de la tierra y al estar en forma diagonal se puede saber que paso en cada momento miles y millones de años atras, sólamente con mirar lo que tienes enfrente.
Día 4: Uquia y Quebrada de las senoritas
Este día me lo tomé con más tranquilidad y decidí ir a la Quebrada de las Señoritas en Uquía y el resto pasarlo paseando por el pueblo y descansando en el hostel. No quería hacer más actividades hasta que no acabara Semana Santa, y esto era ya Sábado, así que solo me quedaba un día de espera.
Uquía está a 15 minutos de Humahuaca hacia sl sur, ahí está la Quebrada de las Señoritas, un paraje árido y rojizo para hacer una caminata interesante. Caminas por el lecho de un río seco para llegar a la quebrada, no es largo, en 2 horas o 3 si vas despacio, has hecho todo el recorrido. La Quebrada de las Señoritas son unas formaciones de piedra arcillosa rojiza con forma de señorita, esto es, formaciones verticales altas y delgadas. Puedes caminar entre ellas, pasando por zonas de medio metro de anchura entre estas torres rojizas, cuando estás dentro es una sensación bastante peculiar, parece que estás en otro planeta.
LLegué a un punto en el que había que empezar a escalar para seguir subiendo, y decidí volverme, iba solo y lo último que quiero es tener un accidente ahí en medio de la nada yo solo, además de que es una zona de serpientes cascabel y pumas.
Dia 5: Viaje a Iruya, el pueblito perdido en las montañas
Todo el mundo, desde que empecé mi viaje por Argentina, me había hablado de Iruya como algo que no podía perderme. Es un pueblo a 2 horas por un camino ripio al que solo se puede ir cuando no ha llovido, ya que con el coche tienes que cruzar varios ríos y si llueve un poco, ya los vehículos no pueden pasar. Tuve suerte y no había llovido nada esos días, asi que mi pequeño Ferrari fue capaz de cruzar esos ríos sin que se le mojara el motor o tuviera algún problema.
El día anterior en Humahuaca conocí una pareja de Argentinos que también iban a Iruya así que decidí llevarles. Buena decisión porque resultaron ser super simpáticos y compartimos el resto del viaje juntos hasta que volvimos.
Cuando llegamos, nos encontramos un pueblito enclavado entre montañas andinas junto a un río, un lugar pintoresco y bonito. Nos alojamos en la casa de una señora que ofrece habitaciones a turistas y ese mismo día subimos al mirador de los condors.
Es un mirador encima del pueblo donde esta el condor andino, el ave mas grande del mundo que puede llegar a medir 3 metros de envergadura, la subida parecia fácil pero es una hora de pendiente pronunciada por suelo con piedras y arena suelta, a mi me pareció una buena forma de ejercicio pero a mis compañeros Argentinos les pareció muy duro. Una vez arriba, los condors pasaban cerca nuestro, vaya aves más grandes!
Allí en el mirador conocimos a otro chico Argentino pero que llevaba 12 años viviendo en Barcelona, se juntó a nosotros y fuimos juntos el resto del viaje por Iruya.
Al bajar el mirador, en el pueblo tenían una competición de un deporte típico de allí, era como un partido de fútbol a caballo. LLegamos tarde, cuando había acabado, pero pude grabar este vídeo que muestra como los niños se divertían en el campo y como estaba la gente ahí.
Yo estaba rodeado de Argentinos, y qué hacen los Argentinos cuando tienen un rato libre? Pues tomar mate, su bebida por excelencia, nos juntamos en la plaza del pueblo a charlar y tomar mate.
Dia 6: San Isidro de Iruya
Cuando la gente me hablaba de Iruya, siempre me decía que tenía que hacer la caminata a San Isidro de Iruya. Resulta que Iruya no es el último pueblo, hay muchos más escondidos entre las montañas, pero sólo se puede llegar a ellos caminando o a caballo.
Los 4 decidimos ir a San Isidro de Iruya, una caminana de 2 o 3 horas que realmente merece la pena. Vas caminando por el lecho de un río de unos 100 metros de ancho, pero casi seco, solo un río de unos 3 o 4 metros de ancho discurre por ahí. Este río va haciendo zig zag contínuamente, por lo que se cruza por tu camino. Saltas el río pisando en piedras para evitar mojarte los pies, pero llega un momento que es imposble, así que ya decides meter los pies al río, con zapatillas diréctamente, hay que cruzarlo y mojarte tantas veces que no merece la pena estar quitándote y poniéndote el calzado cada vez. Esto hace mucho más divertida la caminata, pocas veces tienes que cruzar un río tantas veces, además el paisaje es espectacular, ya que el río va por un valle entre montañas altísimas.
Una vez llegamos a San Isidro de Iruya, comimos en la casa de una señora, es un pueblo muy pequeño, unas pocas casas y una iglesia, las señoras del pueblo ofrecen comida y habitaciones a los turistas. Comimos una milanesa y unas empanadas y descansamos en césped que tiene el pueblo mientras miramos las montañas antes de empezar el camino de regreso.
Dia 7: Regreso de Iruya y vuelta a Tilcara
Este día fue practicamente al volante, desde Iruya a Humahuaca, y de Humahuaca a Tilcara. Una vez en Tilcara, como ya era algo tarde, simplemente descansé.
Dia 8: Cueva de Wayra
Este día tenía que devolver el coche en Jujuy, pero antes de eso, decidí visitar la cueva de Wayra en Tilcara. Es una cueva que sólo se puede hacer con guía, ya que pertece a una comunidad indígena y hay que respetarla, sólamente pueden acceder 16 personas al día y si los indígenas te ven caminando sin guía, te pueden dar problemas. El camino es sencillo y la entrada a la cueva también. Una vez dentro, se ponen unas velas y se da gracias a la Pachamama por dejarnos estar ahí. Las vistas por el otro lado de la cueva son una pasada.
Comentarios