Echaba mucho de menos la sensación de estar solo en las montañas, en un lugar remoto, donde el silencio solo es roto por el sonido de las avalanchas o los crujidos de los glaciares que te rodean. Donde todo lo que pase, solo depende de ti, de tu preparación, de tu conocimiento, de tener todo controlado en todo momento, de no dar un paso en falso (literalmente), de tener plan B y C para todo, de jugártela, de no rendirte y sentir esa adrenalina, y sobretodo, la motivacion psicológica (de esto me sobra).
Que sensación tan buena, te sientes vivo, poderoso y feliz.
Decidí hacer una ruta de 3 días en la zona de Mt Cook en Nueva Zelanda, quería que esta fuera mi mayor aventura en mucho tiempo, por eso elegí una difícil (en teoría), que superara lo que había hecho anteriormente.
Descubrí la ruta Ball Pass, 3 o 4 días, entre glaciares y sobre glaciares, por lo que la hace técnica (necesitas crampones y piolet) y pasos complicados como un gully de grava (scree) y con mucha pendiente (por lo que necesitas casco) que requerían técnicas de boulder para ciertos pasos. Además, se anunciaba como ruta solo para expertos donde hay que tener habilidades orientación y de encontrar el camino porque no existen la ruta, no está marcada, solo hay piedras, grava y vegetación.
Lo planee muy bien
Busqué toda la información que pude en internet. Consulté día tras día todas las webs que ofrecían meteorología. Busque webcams para ver cuanta nieve había. Me descargué todos los mapas que pude, incluyendo topográficos. El día anterior caminé 10km para tener vistas de ese paso complicado (gully) y hacerme una idea. También consulté en el puesto de información del pueblo del valle, ahí controlan quién sube y tienen la mejor información de todo, es donde coordinan los rescates y donde es recomendable registrarse y decirles tus intenciones, por si no vuelves, que vayan a buscarte.
El lunes ya estaba en el pueblo, pero el clima no era bueno, daban lluvia y vientos de 80km/h, tuve que esperar al miércoles cuando ya mejoraba. El miércoles cuando despierto sigo viendo una nube ahí y aún mucho viento. La única tienda que alquilaba crampones dice que no me los alquilan por no ser compatibles con mis botas (bullshit…) y en el centro de información se les habían agotado los PLB (beacons).
Las cosas se torcían, no pintaba nada bien, ahí me recomiendan que sin PLB, ni crampones, y con este clima, no era buena idea hacerla…
Voy solo (lo cual nunca recomiendo a nadie en montaña), por lo que tengo que tener más precaución y no arriesgarme tanto.
Pienso en una alternativa
La ruta iba del Hooker Valley al Tasman Valley, el mal clima solo estaba en Hooker Valley, ¿y si subo a Ball Pass desde Tasman Valley? Es decir, hacer la ruta en la direccion inversa y cuando llegue arriba, depende de cuanto hielo haya, cruzo al otro valle o vuelvo para atrás.
Y eso hice, cambié de ruta en el último minuto, y todo lo que había planeado, ahora era al revés. Pasos que en una dirección son fáciles, en la otra pueden ser difíciles, o viceversa.
Primer día: de Tasman Valley parking a Caroline Hut
La idea era dormir en Ball Hut, a 10km del parking donde deje mi coche. Es más o menos una ruta llana pero hay 3 washouts gigantes (deslizamientos de tierra) que lo complican, hay que atajar entre arbustos subiendo con una cuerda que alguien puso y un terreno con mucha piedra de los washouts.
Ball Hut
Sin embargo lo hice en 3 horas, era pronto, aun la 13:30 y decidí continuar hasta el próximo lugar donde encontrar agua, en Caroline Hut (un refugio privado pero donde hay agua recogida de la lluvia).
Eran 4km más, fácil ¿no? Los 4km más complicados de mi vida. Se sube todo por un risco, con una caída brutal a ambos lados, por supuesto no hay camino, asi que busca tu la ruta. La mayor parte la tuve que hacer usando las manos, prácticamente escalada sin cuerda, y mi experiencia haciendo boulder me ayudó en pasos complejos. Cuando llegabas a la cima, aparecía otra cima más alta. No sé, a ojo, tendría una pendiente media del 60%.
Muy muy duro, pero muy divertido, eso si, concentración al maximo en todo momento, no puedes fallar, no puedes resbalarte,… al ir solo, tengo que tomar más precauciones, no puedo cometer errores, por lo que voy despacio, pensando cada movimiento, sin poder dudar, y por supuesto, sin mirar para abajo.
A veces pensaba “¿Como coño voy a bajar esto después?” y me respondía “Eso ya lo descubrirás luego!”.
Una subida así con 15kg de mochila fue dura, los gemelos parecían que iban a explotar, la cadera que se iba a salir…
Pero, todo esto merece la pena por la increíble vista de un glaciar super masivo en la montaña de enfrente que parece que te absorbía, no podía para de mirarlo, era mágico, me sentía tan pequeño… y más aun cuando ves que en otro valle hay otro super glaciar, y al fondo, más montañas con más glaciares. Es de lo más bonito e impresionante que nunca he visto.
Bastante cansado llego a Caroline Hut, como algo, recargo el agua, monto mi tienda y descubro que tiene un baño con unas vistas de todo el valle.
Sólo se escuchan los crujidos del glaciar que son como bombas lejanas, las avalanchas y algún pájaro. Incluso vi un Kea!
Duermo, noche bastante fría, mi saco de dormir no era para esa temperatura, duermo poco.
El refugio de emergencia y ese baño tan especial!
Segundo día: subida a Ball Pass y vuelta
De Caroline Hut a Ball Pass son 2.5km, pero igual que el día anterior, muy difíciles, sin camino, mucha pendiente, escalando, entre rocas y grava por encima del risco.
Llego a Ball Pass y no puedo acceder al paso donde se cruza al otro valle, hay un glaciar.
Me fijo en unas huellas de alguien que había pasado, y eran huellas de crampones, rápidamente me doy cuenta que sin crampones, esos 200m de glaciar, suponían mucho riesgo, más del que podía tomar.
Decido subir al pico Kaitiaki, a ver si puedo rodear el glaciar a través de él, subo con sufrimiento, 45min muy complicados y desde arriba veo la bajada al otro valle. Había trozos con nieve, pero la parte de arriba tenía bastante, de nuevo, sin crampones no había nada que hacer.
Asumo, un poco triste, que tengo que regresar por el mismo camino.
La vuelta
La idea era llegar hasta Ball Hut, dormir ahí y al día siguiente hacer los 10km hasta el parking.
La bajada fue mucho más lenta y dificil de lo que pensaba, en escalada, subir es fácil, bajar no, aquí me paso lo mismo.
Hay que hacer mucha fuerza con las piernas para bajar por un terreno tan dificil, y con una mochila pesada, las piernas acabaron destrozadas.
Llego a Ball Hut a las 16:45, y pienso “¿Y si hago 10km más, llego al coche y hoy duermo bien y ceno en un buen restaurante?”, esa idea me conveció, y seguí. Sabía que iba a llegar muerto, ya estaba muy cansado y aun tenía que hacer 10km más con los 3 washouts...
Llegué al parking como dicen en el futbol “pidiendo la hora”, de cadera para abajo me dolía todo. Con dos ampollas, los gemelos temblando, las uñas de los pies moradas, las espinillas llenas de arañazos de las piedras y los arbustos, pero feliz como una lombriz!!!
Conclusion
Ruta cambiada en el último minuto sabiendo que no era fácil y tenía su riesgo.
No vi a nadie en la ruta, estaba yo solo en las montañas.
Todo sale bien, muy orgulloso y feliz. Me supero, que es lo que siempre busco.
Me duele todo, es dolor de victoria.
Creo que ya he tenido bastante montaña por un tiempo, en 3 días me voy a las Filipinas, un poco de playa ahora.
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